El cansancio hacía acto de presencia. la cantidad de ciclistas que rondaban la zona era admirable. Sobre las seis de la mañana nos desperto el grupo de ciclistas, más de quince, que dormían en el hotel y que comenzaban su jornada "txirrindulari". Después de desayunar en el hotel comenzamos la ruta hacia el Col du Galibier, atravesando en primer lugar el Col du Telegraphe. Galibier bien merece la pena subirlo. La cantidad de ciclistas y moteros que encontramos en su cima nos obligó a hacer cola para la foto de rigor.


No lo encontramos, así que vuelta a Galibier. Finalmente, carretera y manta. Sobre las seis de la tarde llagabamos a la Residencia-Hotel Grenette en Grenoble (59€/h). El cansancio de tantos días era latente así que preferimos darnos un garbeo por el centro de Grenoble, cenar tranquilos en una céntrica plaza y retirarnos a dormir. El día había resultado "cansino" y los 263 km que habíamos recorrido entre vuelta y vuelta habían pasado factura. Menos mal que la habitación del hotel, con cocina incluida, eran de calidad.
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